Para
que hable sobre mi experiencia en Getxo Moda 2017 es necesario que primero haga
una introducción y que mencione qué me llevó a participar en este concurso.
En
mi formación como diseñador de moda, a finales de 2016, tuve que presentar un
trabajo: el diseño de una colección de primavera verano inspirada en oriente.
Después de entregarlo sentí una profunda sensación de vacío. A diferencia de
otros trabajos, en esta ocasión no había que confeccionar el prototipo de uno
de los diseños. Todo el trabajo de documentación de la inspiración, de la
artística del dibujo de los figurines de los diseños y de las fichas técnicas,
se quedaba en nada, para guardarlo en un cajón.
Sabía,
por el planning de entrega de trabajos, que el siguiente sería una colección de
otoño invierno, que debía de inspirarse en la naturaleza y que también
sucedería lo mismo. Decidí que para afrontar este trabajo con buen ánimo mis
diseños tenían que tener una segunda oportunidad, la posibilidad de que pudieran
ser confeccionados. Por fechas de entrega entraba en el plazo de admisión de
propuestas de colecciones del concurso de Getxo Moda. Aunque si salía bien esta
opción supondría mucho trabajo, pues mi formación aún no estaba terminada, mi
decisión estaba tomada. Este trabajo tendría más recorrido, no sólo formaría
parte de mi formación, también lo presentaría a este concurso.
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