miércoles, 23 de agosto de 2017

Centro Cultural El Espolón de Comillas - “Comillas se viste de Época”


 El Centro Cultural, El Espolón de Comillas, ha presentado en Julio y Agosto de 2017 la exposición “Comillas se viste de Época”. Los trajes que conforman la muestra, así como los complementos que los acompañan, han sido diseñados y confeccionados artesanalmente por Vera Simons van Mourik. Según la moda de entonces son ricos en detalles y en amplitud de las formas. Vestidos largos  de sobrecargada ornamentación y variedad de tejidos, todo ello rematado con pequeños bolsos, sombrillas y sombreros sumamente elaborados y adornados con plumas.

Una de las épocas en la que mejor se reflejan los cambios sociales en la vestimenta es a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Es un periodo caracterizado por la elegancia y el refinamiento. Los patrones que regían la moda eran estéticos, siendo secundarios la comodidad y el bienestar físico de la mujer.

Se impulsa la silueta en forma de "S", que implicaba un vestido que realzaba un talle extremadamente estrecho, un pecho generoso y proyectado hacia delante y una protuberancia en la parte posterior de la falda. Este es el denominado "cuerpo perfecto eduardiano". Los fabricantes de ropa interior idearon varios tipos de corsé para conseguir las diminutas cinturas que este estilo requería. Este tipo de siluetas se parecían a las sinuosas formas orgánicas que eran el ideal del Modernismo. Lo mismo pasaba con los sombreros, que se hicieron más grandes y se decoraron con ornamentos más extravagantes, incluso con pájaros disecados. Apareció una estricta etiqueta social con relación al atuendo, y las mujeres debían cambiarse unas siete veces al día si querían seguir los dictados de la sociedad.







































Todos estos elementos suponían restricciones a la libertad de la mujer y el corsé llegó a dividirlas en dos grandes grupos muy diferenciados, las que lo usaban, y las que no, que eran un porcentaje bajo de librepensadoras. Por este motivo, por la carencia de corsés, los trajes de la exposición pertenecen a este segundo grupo de mujeres. Mujeres que despertaron de su estado de postergación y exigieron cada vez con mayor fuerza su derecho a la educación, al trabajo y al sufragio.

Desde aquí y una vez vista la buena calidad del trabajo de confección de Vera Simons van Mourik, la animo a que continúe con la investigación y a que vaya un poco más allá con su trabajo. Marcará una gran diferencia y sus trajes serán considerados completamente de época.

lunes, 21 de agosto de 2017

Diferencia entre el remate de lechuguilla y la gola

 En ocasiones veo, por algunos comentarios, que hay personas que no distinguen la diferencia que hay entre el remate lechuguilla de una camisa y la gola.

Sin entrar en profundidades daré unas diferencias básicas que sean fáciles de entender por todos.

La lechuguilla es el remate rizado, plisado o fruncido que sobresale en vertical del cuello (y/o de los puños) de una camisa. Como su nombre dice, semeja al rizado de los bordes de las hojas de una lechuga.


La gola es un adorno en horizontal, plegado, del cuello (y/o de los puños) de una camisa.


Aunque puede inducir a error tengo que mencionar que la gola también puede ser alechugada y que esto no significa que sea igual al remate de lechuguilla de una camisa.

Evolución desde su aparición, a través de los años, de la gola.

lunes, 14 de agosto de 2017

Centro de Estudios Lebaniegos de Potes – “El esplendor de la corte en el siglo XVI”


Hay exposiciones que inducen a la confusión y esta puede ser una de ellas. Este es el motivo de que esta publicación la etiquete en “Vestuario de Teatro”. En el vestuario de teatro se permiten algunas licencias.

El Centro de Estudios Lebaniegos de Potes, presenta del 19 de Julio al 31 de Agosto de 2017 la exposición “El esplendor de la corte en el siglo XVI”. Los 14 trajes que conforman la muestra, así como los complementos que los acompañan, han sido diseñados y confeccionados artesanalmente por Vera Simons van Mourik. Son ricos en los detalles y en las formas, con grandes caídas de telas, mangas colgantes, amplios escotes y faldas que arrastran por el suelo, todo ello rematado con pequeños bolsos y tocados sumamente elaborados.






















Una vez dicho esto y mostradas las imágenes de la exposición, tengo que señalar dos correcciones:

Primera. El siglo XVI es el Renacimiento. Ningún vestido que se inspire en este siglo es medieval, en todo caso será renacentista. El catálogo de la exposición contiene esta equivocación.

Segunda. Para aquellos que en ocasiones participan en recreaciones históricas es muy importante la caracterización y la vestimenta ayuda a ello, no sólo indica un periodo histórico concreto, también indica de que reino o región procede la persona que la lleva. A la hora de confeccionar un vestido no hay que diseñar y si hay que interpretar cómo se vestía entonces. Esto señala una gran diferencia, unos se visten y otros se disfrazan de época. Los vestidos de esta exposición, aunque están muy bien confeccionados, no cumplen está premisa tan importante. De igual modo sucede con los complementos, con los tocados, con las joyas o con las condecoraciones.